anoc, el cómic
Por Hugo Morales Alejo
VERACRUZ, VER.-Es reconocido en el todo mundo como unos de los cinco mejores instructores de buceo; fue compañero de buceo en el Mar de Cortés, con el legendario Jacques Cousteau; es sobrino nieto de Venustiano Carranza; Coronel Retirado de la Sedena; conoce todos los mares, todas las aguas; fue creador de los Gafes; conoció en vida a los reales personajes de Chanoc, el cómic; en el Pentathlón conoció al Comandante Jorge Jiménez Cantú, donde fue Instructor del Comando Submarino de la Escuela de Reclutas; serio defensor de los arrecifes veracruzanos; espera que sus cenizas queden en el Golfo de México. Se llama Edwin Corona y Cepeda, el Viejo Lobo de Mar, que escribe su Reflexión Matutina desde hace décadas, todas las mañanas.
Reportero.- Platícanos de ti Edwin.
Siendo mi abuelo Senador, me lleva a vivir a su casa, mi abuelita Lucha, era muy de reuniones sociales, con una serie de viejas copetudas de aquel tiempo. A mí me ponían de pantalón corto, que me chocaba y medias, a recitarle a las señoras. Entonces se me ocurrió un día, tomar un helado y me llamaron a recitar y lo puse en la silla donde se sentaba la señora García Berné. Se sentó la señora y salió lógicamente con todo el helado en las pompis. Mi abuela se enojó.
Mi abuelo me dijo “yo no lo puedo hacer, se vería mal que con mi cargo pidiera algo para mí”. Imagínate, todavía era decente el político, mano. Me dijo que fuera yo con el General Baca Calderón, de su parte, para ir a ver a Adolfo López Mateos, que era el Presidente.
Baca Calderón era un viejito, como de 90 años. Me citó dos días después. Yo me dije, este señor qué me va a ayudar si está re viejito.
Te juro que de Xicoténcatl donde estaba el Senado, al Palacio Nacional, hicimos casi dos horas caminando. El pobre señor apenas si se movía con su bastoncito. Subir las escaleras del Palacio Nacional, mano, casi lo subí cargando.
Llegamos a la oficina de Don Adolfo, “señorita soy el General Baca Calderón, tengo una cita con el Presidente”,”siéntese General, el Presidente está ocupado”.
Eran cuarto para las doce. El señor se sentó, puso su bastoncito ahí.

-“Ya le dije que se siente general”. Se volvió a sentar.
Pasaron 5 minutos. “Señorita, es la segunda vez que se lo digo, no quiero ser grosero con Usted, pero dígale al Señor Presidente que acá está el General Esteban Baca Calderón, que aquí lo espero”. Entró la mujer y salió. “Dice el Presidente que está ocupado, que se espere, General”.
Salí con la Carta del Presidente, autorizándome entrar al Colegio Militar, con la Dispensa de edad. Nunca se me va a olvidar la figura de mi General Baca Calderón, repartiendo bastonazos en la oficina presidencial, una persona que no podía caminar, se transfiguró mano. Salí del Colegio Militar, en 1962, como Sub Teniente. Llegué a Coronel, fui creador de las Fuerzas Especiales. Fueron idea mía las Gafes (Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales), ya no existen, fue una tontería que hizo el Secretario de la Defensa, después de Riviello Bazán, porque la idea de los Gafes era un grupo especial de Oficiales, entrenados en actividades de inteligencia, lo que tiene Obama con el espionaje, haz de cuenta, capaces de mandar operaciones tipo comando, más que hacerlas. Y no andar de policías como anduvieron. Luego a alguien se le ocurrió hacer Gafes en todas las zonas militares. Salieron miles de Gafes que luego se fueron a la delincuencia. Porque se perdió la visión de lo que tenía que ser un Gafe. Ya cualquiera ya era Gafe, cualquiera, hasta un raso, sin ninguna preparación. Luego vieron los narcos que era ese un mercado virgen. Y a un soldado raso la ofrecen todo, dinero, armas, drogas, sin preparación intelectual, convierten en otra cosa.

Edwin.- Qué emocionante era llegar al puerto, venías llegando a Mocambo, pasaba el carro por un puente de tablones y decías, “ya estamos cerca de Veracruz”. Luego pasabas por Villa del Mar, decías “ya vamos llegando a Veracruz”. Llegábamos al Club de Yates y decíamos emocionados, “ya estamos en Veracruz”. Ahora, de noche ves el enorme resplandor de casas y casas y casas, casi hasta llegar a Cardel, la ciudad fue perdiendo su esencia.

Edwin.-Estaba yo en Cozumel de vacaciones, cuando llegaron unos amigos, yo no sabía que buceaban, empecé a ayudarles a subir su equipo a las lanchas, me dieron un vaso de Coca cola, yo imagino que tenía alcohol, la cosa es que me pegué una panda, mano, que desperté a medio mar. Como iban a estar 15 días allá, no tuve otro remedio que aprender a bucear. La primera vez que yo vi el mar, me dije no, esto es otra cosa, yo tengo que aprender, tengo que hacerlo, tengo que llegar a ser el mejor. Creo que lo he logrado.

Edwin.-Yo creo que es la parte más importante de mi vida. Hace un mes me dieron un reconocimiento muy importante, como instructor. Uno de los mejores 5 instructores del mundo. La gente me dice que no es posible que a esta edad siga yo buceando. Apenas me tocó acompañar a Leo Morales, que rompió 3 récords en el fondo del mar, primero por permanecer más de 15 horas bajo el mar, 15 kilómetros 200 metros en ese lapso y es discapacitado, le falta una pierna. Si caminar 15 kilómetros cuesta, nadando cuesta más y si te falta una pierna, más. Su récord es increíble. Pero no puedo entender por qué si sale en toda la prensa mundial, acá en México no se sabe nada.
A mí me dieron el trofeo por la “Fundación Cousteau”, como uno de los Cinco Mejores Instructores del planeta y en México como si me hubieran dado un boleto de camión.

Edwin.-En el año de 1973, cuando empezamos a formar la Federación de Actividades Subacuáticas, yo fui su fundador. Se viene el 5º Congreso Mundial de Actividades Subacuáticas. Cousteau funda la Federación Mundial y yo llego como Delegado de México y delegado de Uruguay.

Edwin.- Nadie. Yo siempre he pagado mis gastos. No he recibido un solo centavo.

Edwin.- Ahora sí, tienen un subsidio fuerte, pero cuando yo la fundé gastábamos nada más de timbres, para contactar con las personas de otros lados, 400 pesos mensuales de timbres y cuando expedimos “la credencial número 100”, fue de gran fiesta, nos fuimos a emborrachar, ya teníamos 100 buzos en todo el territorio mexicano. Ahora andan sobre los 40 mil afiliados. Afortunadamente cuentan ya con recursos. Fue algo muy bonito, de gran esfuerzo en aquel tiempo, porque todos aportamos entonces conocimientos, técnica, dinero, para que la federación estuviera. Sin embargo, parece que hay cambios en la política deportiva, porque desaparece la Confederación Deportiva Mexicana, situación que a mí me parece absurda, porque las federaciones quedan sueltas, ya no dependen de la Comisión Nacional del Deporte, esto será seguramente más corrupción, porque ya no habrá control como lo tenía la Codeme.
Reportero.-¿Regresando a Cousteau, tuviste amistad con él?
Edwin.- Claro. Yo fui Vicepresidente de la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas. Después de Cousteau, hubo tres divisiones originales que se crearon en el Congreso de Barcelona: El comité Técnico, el Comité Deportivo, el Comité Científico y Varias Asesorías o Comisiones, como se llamó entonces, de Fotografía Submarina y Asesoría Jurídica.

Edwin.- Exactamente, exactamente, haz de cuenta. Debes recordar que Jacques Cousteau fue Oficial de la Armada Francesa y tu servidor Coronel del Ejército Mexicano. De alguna manera se aplicó ese sistema lineal militar y a mí me tocó ser el Vicepresidente Técnico. O sea, yo tenía que ver todos los problemas técnicos de todo el mundo, cómo era la enseñanza, la certificación, cómo eran las pruebas. Entonces creamos un sistema de enseñanza universal, me ayudaron varios instructores, franceses, suizos, alemanes. Con eso se creó el sistema de enseñanza en una manera muy sencilla, muy simple y se dio un auge tremendo a la actividad submarina, que todavía subsiste.

Las asambleas se realizaban cada 3 meses, entonces yo me quedaba un mes antes y vi que comenzaba a haber muchos problemas en el Departamento Técnico. Para eso tenía yo un departamento en París. Antes de ir a París, compraba yo huitlacoche acá en Tres Marías, me llevaba eso en el avión, con una caja de botellas de tequila. Y una noche antes de la Asamblea General, los invitaba a mi departamento, convivíamos. Y al día siguiente nadie protestaba, mano. Me decía el Comandante Jacques “Edwin, el Comité Técnico nos daba muchos problemas y desde que tú estás, ya no hay problemas”. -Ni los habrá señor, ni los habrá-, le respondí.

Edwin.-Únicamente cuando vino a México, a Cozumel, Puerto Escondido, en el Mar de Cortés. Isla Mujeres. Se filmaron varias cosas. Por ejemplo en Isla Mujeres hay una fotografía que tomó Albert Falco, extraordinaria, donde se ven una serie de buzos descendiendo con antorchas con un sistema especial para permanecer encendidas y soltar humo, dentro del agua. Una foto que recorrió el mundo, que nadie quería creer. Invento de un fotógrafo submarino, Dimitri Revikof, creo que las hacía con magnesio. Se encendía arriba y bajaban. Estuve en esa fotografía.

El personaje Chanoc, era de verdad.
Edwin.- Ahh, si, efectivamente, la revista de Chanoc, muy al principio fue una revista que hablaba de aventuras en mar y tierra. El dibujante era Pedro Sapiain, argumentista y demás, que empezó a juntarse con nosotros en el “Club de los Hombres Rana”, en la Ciudad de México. Él no buceaba, pero escuchaba y de allí tomaba las notas. Resulta que el original “Chanoc” era de aquí de Veracruz, era un pescador muy famoso. Y había otro lanchero famoso que le decían el “Pata Larga”, otro de los personajes que tuvo Sapiain, que le decían así porque era cojo, le faltaba una pierna. Y Tzecub (Checub), el personaje de Sapiain, también existió, se llamaba José Cruz Valoyán. Se reunían en una cantina que estaba acá en las calles de Zapata, que se llamaba “El Perico Marinero”. De ahí nace la Revista Chanoc.

Edwin.- El principal tesoro del mar es el mar. Pero lo mismo he buceado en el mar, pero igual en lugares tan altos como el Nevado de Toluca, el Lago Titicaca, los lagos en Suiza. Ahora con el premio que me dieron me preguntaron que cuáles eran las 3 buceadas mejores de mi vida, les dije que eran 4, no 3. Pedí que se anotaran en este orden siguiente; La primera: cuando caigo al agua. La segunda: cuando estoy en el agua. La tercera es cuando salgo del agua y la cuarta: cuando la platico. Porque es así de sencillo, todas las buceadas son extraordinarias, cuando has pasado más de 50 años bajo del agua.

Edwin.- Cuando me pidieron localizar a la Isla Bermeja, por ejemplo, en el sexenio de Calderón. La famosa Bermeja que ha estado circulando en el internet, que el petróleo, que la Secretaría de Relaciones había firmado un tratado con Estados Unidos y mucho más, sobre este tema. Si no se hubiese realizado esta expedición que yo hice, a lo mejor perdemos dos terceras partes de nuestra zona económica exclusiva.



Edwin.- Tener amigos como tú, Hugo, que de alguna manera me hacen hablar y la paso agradable con ellos. Tener Salud y hacer lo que quieras.
Edwin.- Yo venía a bucear a Veracruz desde hace muchísimos años. Un buen día, el administrador del hotel Castelán, un español, que me veía llegar con mis arpones y mis tanques y demás, se burló y me dijo, “hombre, que traes todas esas armas y no me traes ni un pescadito”. Me dije, “ya vas a ver”. Me tiré al agua, con mis aletas, mi visor y mi arpón, frente al hotel, que estaba frente a Villa del Mar, hasta la entrada de la bahía, donde yo había visto una cueva con pargos muy grandes. Le tiré el arpón y pum, era un pez más grande que con mis manos extendidas. Llegué a la administración, se lo puse en el mostrador y le dije, “allí está el pescado ora a ver cómo lo haces”. Ese día comimos, cenamos y desayunamos pargo y éramos más de 15 personas.


Entonces comienzo a construir y se me acaba de dinero. Estando en el DF, me llama mi arquitecto, que acaba de morir, mi compadre “el Tlacuache” el que tenía el triangulito en Veracruz. Me llama de urgencia por teléfono, me dice “vente compadre si puedes en avión, en avión”.
Con eso terminé de construir la casa, mano.
LA SALA DE VENUSTIANO

Edwin.- Fueron muchas donaciones de la gente, pero ahora está cerrada ya, nadie que te atienda ni te diga nada. Hablé con los almirantes encargados, porque habían desparecido unas placas, me mostró que efectivamente sí están guardadas allí las placas. Cuando le pregunté del museo y de por qué se habían llevado el Obelisco de Carranza y a dónde se lo llevaron, no me pudo contestar.

Edwin.- Bueno, yo me siento ciudadano del mundo. He estado en Cuba, El Salvador, Francia, China, me siento en todos lados yo, me identifico con la gente, de alguna manera, sus costumbres su manera de comer, manera de ser, buceo con ellos y como abajo del agua no necesitas hablar ningún idioma, sino a señas, pues te entiendes perfectamente.

Edwin.-Bueno, Veracruz, de que yo vine para acá, es otro. Definitivamente, por ejemplo el Carnaval, cuando venía yo a ver los carnavales, que se hacían ante por Avenida Independencia. Me tocó ver el primero que ya fue en el Malecón. Antes, por ejemplo, en el Barrio de La Huaca, sacaban mesas, sillas, salas, ponían sus antojitos. Hacían tostadas, gordas, picadas, tamales pozole. Pasaban por allí, los saludabas, “buenas noches, doña Mariquita, Doña Rosario” y te decían “ándele güero véngase a echar un taquito”. Era un ambiente familiar, en que todo mundo se conocía, pasaban los carros alegóricos, se saludaban, se subían, se bajaban. Era alegre, muchísimo más alegre. Ahora no, ahora te cobran por todo, hay una inversión de ambulantes, ahora desfilan más carros, por las cervecerías y refresquerías, porque le ponen dinero. Pero falta el bullicio, falta la alegría, falta el espíritu de jarocho.

Edwin.-Sí, sí, sí, sí. Bueno, en La Huaca, no sé si la conozcas, sus patios, pero la gente es muy tradicionalista. Todavía el año pasado vi que sobre las tribunas que trajeron, vi que ellos pusieron sus tribunas, para evitar que les cobraran todo. Porque el Carnaval ya es un negocio. No es posible, nada más ponte a pensar, de los 6.5 kilómetros que hay, a 50 pesos cada asiento y son 4 pisos de asientos, suponiendo que se ocupe el 20 por ciento, que se ocupa muchísimo más, es un dineral el que entra, ¿para que salgan con que se ganaron se ganaron 100 mil pesos en el carnaval?, no es posible, mano. Claro, deforman de tal manera las finanzas que terminas diciendo, ¿cómo les compruebo que no?
El patronato de los primeros desfiles que vi, sí ganaba dinero, trajeron artistas de gran talla, te hablo de hace 20 años el mejor Carnaval que he visto, que era lento, porque iban con una garrocha levantando los cables de teléfonos y demás, eso retrasaba el desfile, pero fue muy espectacular.

Edwin.- Aquí en Veracruz, aquí en Veracruz. Bueno, espero que todavía dejen que las cenizas las arrojen al mar. Siempre me gustó Veracruz, me gusta vivir frente al mar. Mi casa, es como vivir dentro de un barco. Acabo de cambiar de muchacha, de ayudante. Le dije “no dejes nada afuera en la terraza”, ella dejó afuera mi ropa. No hombre, cuando llegó, pantalones, calzones, calcetines, todo había volado con el aire. Ahí andaba la pobre buscándolos, a media calle.

Edwin.-Mi abuelo era jefe de Pensiones Militares y dándose cuenta que tenía inclinación por la actividad castrense, habló con el Doctor Jorge Jiménez Cantú, que fue uno de los fundadores. Quien me recomendó con el Comandante Juan Manuel Mendoza Chávez, que era el Director de la Escuela de Reclutas y formé parte del Reclutamiento Especial # 57.

En ese entonces todavía el Penta estaba armado y tenía en el aspecto deportivo especial significación con el equipo de futbol americano y el boxeo.

La instrucción, tanto militar como deportiva, se iniciaba de las 05:45, a las 06:30 y después se proseguía con las actividades escolares para recluirnos hasta las 9 de la noche.

Reportero.- Se llegó a decir que hubo influencia nazi en las filas eel Penta.
Edwin.- No mano, lo de la educación nazi en el PDMU -entonces era Pentathlon Deportivo Militar Universitario-, fue una patraña inventada desde el gobierno, para recoger el armamento, aunque sí es cierto, que, cuando menos en la Escuela de Reclutas, había apellidos de origen sajón como Obert, Von der Meden, O´Cuijen, Celuber y otros similares.
Sin embargo, el uniforme pardo y la estricta disciplina a la que se sometía a los aspirantes era verdaderamente impresionante.

¡Ah! Y por si te interesa, tengo por aquí la constancia de que fui también fundador del Comando Submarino de la Escuela de Reclutas del PDMU. La designación está firmada por el Comandante General Isauro Martínez Gálvez.
EL COLUMNISTA

Edwin.- Comencé a escribir desde mis tiempos estudiantiles y ya de una forma más seria colaboré en la revista México Desconocido, Ovaciones y el Sol de México. Ya estando en el extranjero les enviaba mis colaboraciones desde París. En cuanto al nombre de “Reflexión Matutina”, simplemente se me ocurrió en una mañana y de allí pal real. Lo de Viejo Lobo de Mar, ya se lo añadiste tú, Hugo, jajajaja.

Edwin.-El cargo suple al mando.
Esta entrevista, fue publicada en la Agencia de Noticias LaNigua.com, de Córdoba, Veracruz. que dirige Hugo Morales Alejo,Sub Oficial de Infantería del PDMU. Por el valor testimonial d eun ex penta, usamos este medio de la sub zona Paso del Macho, para que las nuevas generaciones le conozcan.
Esta entrevista, fue publicada en la Agencia de Noticias LaNigua.com, de Córdoba, Veracruz. que dirige Hugo Morales Alejo,Sub Oficial de Infantería del PDMU. Por el valor testimonial d eun ex penta, usamos este medio de la sub zona Paso del Macho, para que las nuevas generaciones le conozcan.
Excelente relato de parte de Tú vida...y en cuanto a tu deseo perso al y manifiesto de que tus cenizas sean esparcidas en el mar (Veracruz) se cumplan.
ResponderEliminarSaludos cordiales apreciado Jefe 👌
Instructor Pablo Guadarrama Martinez.
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