“Toda empresa, todo proyecto empresarial, comienza con el pensamiento militar,
no hay buen administrador de empresas que no haya sido inspirado en los grandes
conquistadores”
Por Hugo Morales Alejo*
Viajé por negocios un miércoles
a la ciudad de Xalapa, me fui con el impulso de mi micro empresa y porque vi un
anuncio en facebook de la venta de globos de cantoya en aquella ciudad. Siempre
he querido lanzar un globo de esos por la noche, con mis hijos. Cuando niño
trabajé en las ferias del sureste del país y algunas veces disfruté mientras
trabaja, de ver ese espectáculo,
Luego de atender mis asuntos de
microempresario, intenté comunicarme al teléfono de la compañía que ofrece los
globos llamada Globos Cantoyanos, en el facebook. El celular que ahí está nunca
fue respondido. Aproveché el facebook, para escribirle al o la anunciante. Me dio
un teléfono convencional, marqué a ese, pero igualmente nadie me respondió.
Volví a conectarme por facebook y le dije el problema, me dio entonces otro número
celular, al cual me respondió una joven, que me dijo que estaban ubicados en
Murillo Vidal, cerca de Correos (ocurre en ciudades grandes que los que viven allí,
creen que porque ellos ya saben dónde es, uno va a llegar directamente, como si
uno supiera las calles de cada ciudad visitada).
Saqué del estacionamiento mi
carro, me dirigí por el laberinto de calles atenienses a buscar el lugar.
Cuando estaba por dicha zona, marqué al celular para avisar que me encontraba
cerca. Pero nadie me respondió, me tuve que mover del lugar porque los claxon
de los carros casi me empujaron a continuar la marcha en esta ciudad, donde
todo mundo anda neurótico.
Nadie me respondía, en tanto yo
seguía en el laberinto de calles, hasta que por fin me respondió otra vez la
señorita, con su estilo fresón de
hablar, con desenfado, que no tenía el celular cerca, por eso no me respondía.
Le expliqué por la zona donde andaba, intentó dirigirme por teléfono, pero
finalmente me perdí más, lamentando que no pude traerle a mis hijos los globos
de cantoya.
Creo que el producto es
atractivo, a muchos nos interesa, pero la proveeduría debe mejorarse.
Toda empresa que no se actualiza,
muere. Generalmente están cerrando cortinas, negocios, empresas, acusando que
existe crisis.
Personalmente no creo en las
crisis económicas. Existe mayor competencia cada vez, por lo que el recurso es
menor, por lo que las estrategias deben ser mejoradas cada 24 horas.
Decía Platón que cuando un hombre
se baña en un río, el hombre que entra y sale de dicho río, es el mismo, no ha
cambiado en nada. Pero el río ha sufrido muchas transformaciones, las plantas
han crecido, los peces y las piedras han cambiado de lugar, el agua ha
recorrido sus cauces. El río es otro, pero el hombre es el mismo.
Esto indica que si el mundo se
transforma, se actualiza cada segundo, pero el hombre se mantiene igual por
años, con costumbres y formas de actuar que son del pasado.
En las empresas nacientes ocurre
lo mismo, no se puede actuar en un mundo miles de veces más competido que hace
30 años, actuando cual empresario, como hace 30 años.
La necesidad crea estrategias. Veo
que en las carreteras, en cada tope, los vendedores de frutas, chicharrones,
jugos y demás, llevan el producto hasta el auto. Primero porque la necesidad
impulsó a los vendedores a hacer eso y luego porque da resultados en la venta.
Por eso las empresas de productos
como tarjetas de celular y porta celulares y artículos chinos de moda, se apoyan en este
ejército de vendedores para colocar sus productos.
El problema de los nuevos empresarios
es que los empleados, generalmente egresados de escuelas universitarias o
preparatorias o de nivel menor, no saben lo que es la cultura productiva. Salen
buscando trabajo creyendo que se les pagará por hacer presencia. No saben que
de su productividad depende su salario, su aguinaldo, sus vacaciones, su
seguridad social. No se casan con la
necesidad del que les paga. Y el que les paga, si no es en verdad empresario,
cree que todo lo deberá hacer el empleado. Por eso acaban cerrando el local.
Es decir, el empleado no sabe lo
que es ser empleado, ni el patrón sabe lo que es ser empresario, porque sale de
la universidad creyendo que el empresario es aquél que lleva celular en la
mano, maneja carros de lujo, viste elegante, come en restaurantes lujosos. Y pretende
actuar como tal. No sabe que el empresario es un empleado más de su empresa,
que debe ensuciarse las manos, desvelarse, comer y dormir cuando se puede,
quedarse sin dinero cuando se pagan los insumos y los sueldos, andar como loco
completando para cumplir compromisos económicos.
Me gusta hablar de este problema con
mis muchachos del Pentathlón, poniendo como ejemplo los locales que estuvieron de
moda hace poco, los Ciber Cafés.
El “empresario”, nuevo
profesionista de “grandes” ideas, llega a casa y le dice a sus papás que tiene
un proyecto de poner un negocio, ellos se alegran y le preguntan que en dónde. El
hijo responde “acá en la casa”. Entonces desaparece la sala de sus padres y
allí pone el negocio. Luego de que los padres le financian, el neo empresario se
pone a jugar en la computadora, comienzan a llegar clientes, a la semana se
aburre, contrata personal que le haga el trabajo, para poder salir con sus
cuates a pasar el tiempo en el cine, el café, el antro. El empleado se
concentra en chatear, ver videos de su gusto, bajar juegos y programas y olvida
a los clientes, que, al ver que nadie les hace caso, dejan de acudir al
negocio.
Entonces el joven empresario cree
que son malos tiempos, que no hay condiciones para mantener su empresa. Y
cierra. El empleado se va a buscar otra chamba igual de cómoda.
El empresario no sabe que el
ayudante es eso, un ayudante de él, pero que el que tienen que estar siempre
pendiente de todo es el empresario, no los ayudantes.
Y es que las universidades ni
otro nivel educativo preparan para hacer empresas. Preparan a la gente para ser
empleados y como los empleos no existen, entonces están fabricando
desempleados. Por eso es que hoy parecen lobos los jóvenes, luchando por estar
en la nómina del narco o de algún gobierno municipal, estatal o federal. Y por
eso no hay empresarios.
Lo mismo ocurre en otros tipos de micro y
medianas empresas. Por lo que para poder comenzar, se debe analizar el
pensamiento militar, por supuesto el Arte de la Guerra, para poder ver el
terreno, las herramientas humanas y financieras, con planeación y los dos
ingredientes que no deben faltar jamás: Riesgo y Sacrificio. Continuaré…
Que tengan buen día.
* Sargento 2o Hugo Morales Alejo, periodista,
Director de la Agencia de Noticias LaNigua.com y asesor empresarial